Por gestión de la Congresista Verónika Mendoza que acogió sus graves denuncias, se presentaron ante la Comisión de Pueblos Andinos del Congreso de la República los dirigentes indígenas de la comunidad campesina de Chipta (distrito de San Marcos, provincia de Huari, departamento de Ancash), para denunciar los abusos de la empresa minera Antamina en contra de sus familias, sus tierras y fuentes hídricas de subsistencia así como detenciones arbitrarias de parte de las fuerzas policiales que resguardan las actividades de dicha empresa.
Ellos denunciaron que la Compañía Minera Antamina S.A. viene efectuando voladuras en zona colíndate con la propiedad del pueblo de Chipta, a menos de 200 metros de distancia de las viviendas de la población, las cuales producen afectaciones no solo a la propiedad (la zona se vuelve cada vez más peligrosa, las viviendas de la parte baja se deterioran, las rocas vuelan por los aires destruyendo los techos de las casas, etc.), sino que lo más grave, es que amenaza la vida e integridad de sus pobladores por las caídas de rocas que se desprende de los cerros, las cuales que ya han matado y herido a varios de sus animales. También, denunciaron, se ha producido contaminación ambiental al aire, agua, suelo, plantas, y auditiva (por el ruido de las explosiones).
Llamó la atención de los Congresistas la grave denuncia sobre el clima de hostilidad en la zona, pues denunciaron que se han producido detenciones y torturas a dirigentes que protestaban contra la eliminación de dos puquios, únicas fuentes hídricas de la comunidad y de su ganado. Señalaron que personal de seguridad privado a servicio de Antamina ordena a efectivos de la DINOES a ingresar fuertemente armados (con armas de fuego y bombas lacrimógenas) a territorio de propiedad del pueblo de Chipta para forzar su desplazamiento y que ellos puedan desarrollar sus voladuras en la fase VII.
Chipta es una comunidad ubicada entre los 4000 a 4500 msnm con una población de 300 personas aproximadamente, que tiene como principal fuente de subsistencia la agricultura de altura y la ganadería. A pesar de convivir 12 años con la actividad minera, en Chipta no se cuenta hasta el momento con servicios de luz, agua ni desagüe. Asimismo, no cuentan con colegio ni posta médica. Al contrario, para trasladarse a San Marcos (capital del distrito) las familias demoran ahora 3 horas en carretera donde antes demoraban una hora y media.
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